La bodega del Grupo Freixenet en Gualtallary, Tupungato, Valle de Uco, acaba de presentar una nueva línea de vinos bajo el nombre que la identifica, Finca Ferrer. La misma está compuesta por dos varietales tintos, un Malbec y un Syrah.
El terroir donde Finca Ferrer produce sus propias uvas tiene un potencial inigualable. Situado a 1.300 m de altitud, se trata de un lugar ideal que permite obtener frutos de la más alta calidad, plenos de aromas y sabores. Luego de un cuidadoso trabajo en el viñedo y en la bodega, se logran vinos elegantes y equilibrados que concentran todas las características de un terroir único en el mundo y en el que Freixenet ha sido pionera a comienzos de los 2000.
De acuerdo a lo señalado por José Antonio Montilla, enólogo que lidera el equipo de Finca Ferrer, “se trata de un vino donde el mayor porcentaje se trabaja con barrica de segundo y tercer uso, en un tiempo que nos dicta el vino, para luego combinarse con otros porcentajes del vino trabajados con duelas y vino sin madera. Todos ellos combinados de modo que la predominancia siga siendo la fruta y las características del varietal a 1.310 metros en Gualtallary. Para 2014, después de su tiempo de crianza en bodega, dos años en botella han sido necesarios para obtener el equilibrio y fusión de la fruta y la madera, buscando un estilo moderno y concentrado, a la vez que tradicional y sutil”.
El emplazamiento de la bodega, situada a 1.300 m de altitud, en Gualtallary, Tupungato, Valle de Uco, Mendoza, y su paisaje son la base de inspiración para el diseño de las etiquetas de la línea Finca Ferrer. Tomando las formas de las montañas, texturas de los suelos y los colores presentes en el terroir, se llegó a una ilustración que refleja su esencia. La sencillez y distinción del vino salen a relucir en las simples líneas, las formas abstractas y los recursos de impresión.
Ambos vinos Precio sugerido : $250.
La bodega del Grupo Freixenet en Gualtallary, Tupungato, Valle de Uco, acaba de presentar una nueva línea de vinos bajo el nombre que la identifica, Finca Ferrer. La misma está compuesta por dos varietales tintos, un Malbec y un Syrah.
El terroir donde Finca Ferrer produce sus propias uvas tiene un potencial inigualable. Situado a 1.300 m de altitud, se trata de un lugar ideal que permite obtener frutos de la más alta calidad, plenos de aromas y sabores. Luego de un cuidadoso trabajo en el viñedo y en la bodega, se logran vinos elegantes y equilibrados que concentran todas las características de un terroir único en el mundo y en el que Freixenet ha sido pionera a comienzos de los 2000.
De acuerdo a lo señalado por José Antonio Montilla, enólogo que lidera el equipo de Finca Ferrer, “se trata de un vino donde el mayor porcentaje se trabaja con barrica de segundo y tercer uso, en un tiempo que nos dicta el vino, para luego combinarse con otros porcentajes del vino trabajados con duelas y vino sin madera. Todos ellos combinados de modo que la predominancia siga siendo la fruta y las características del varietal a 1.310 metros en Gualtallary. Para 2014, después de su tiempo de crianza en bodega, dos años en botella han sido necesarios para obtener el equilibrio y fusión de la fruta y la madera, buscando un estilo moderno y concentrado, a la vez que tradicional y sutil”.
El emplazamiento de la bodega, situada a 1.300 m de altitud, en Gualtallary, Tupungato, Valle de Uco, Mendoza, y su paisaje son la base de inspiración para el diseño de las etiquetas de la línea Finca Ferrer. Tomando las formas de las montañas, texturas de los suelos y los colores presentes en el terroir, se llegó a una ilustración que refleja su esencia. La sencillez y distinción del vino salen a relucir en las simples líneas, las formas abstractas y los recursos de impresión.
Ambos vinos Precio sugerido : $250.
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