ENTREVISTA A PATRICIO TAPIA

"Argentina todavía no se ha descubierto en términos vinícolas"
 Patricio Tapia, uno de los máximos referentes del vino en Latinoamérica que esta semana estuvo en Cipolletti donde organizó su base para degustar más de 150 vinos de las bodegas de la región. Habló con decenas de enólogos sobre los vinos de las últimas cosechas con la idea de seleccionar los mejores para su guía "Descorchados 2014".


Patricio Tapia es uno de los máximos referentes del vino en Latinoamérica. Se graduó en degustación y conceptos de enología en la Universidad de Burdeos y es quién narra las historias vitivinícolas en el canal El Gourmet.
Es frontal, sincero y no da vueltas para expresar lo que siente, algo que no abunda entre los críticos de vinos. "Hay gente que trabaja en una mina a cien metros de profundidad sacando carbón y yo estoy aquí haciendo vida de millonario, probando vinos y hablando, filosofando, una tontería que no tiene ninguna importancia en el mundo real, pero que existe porque al parecer para muchos consumidores es necesario. Soy muy afortunado en poder ganarme la vida con esto", dice sobre su trabajo.
Esta semana estuvo en Cipolletti donde organizó su base para degustar más de 150 vinos de las bodegas de la región. Recibió cara a cara a los enólogos de casi todas y habló con ellos acerca de los vinos de las últimas cosechas, con el objetivo de seleccionar los mejores para su guía "Descorchados 2014". Tapia es un trotamundos del vino, un verdadero conocedor que hay que saber escuchar:
¿Cuál es la actualidad de los vinos de la Patagonia?
Tengo una larga relación con Río Negro, la primera vez que vine fue en el 97. En esa época no existían bodegas como Noemia, Chacra, o todas las de San Patricio del Chañar. Desde ese tiempo a esta parte la evolución ha sido vertiginosa. Ahora, lo que me sigo preguntando, tal como en ese momento, es cuál es el potencial real de Patagonia, hacia dónde va, para qué variedad es buena la región. En un principio pensaba que el Semillón era muy interesante, luego entraron a jugar otras bodegas y me dije Pinot Noir puede ser, Malbec sin ninguna duda y ahora Merlot o Cabernet Franc. Entonces, la pregunta sigue sin respuesta, pero también me sigue trayendo a la región una vez al año a investigar su actualidad y como periodista me parece muy interesante.
¿Entonces no podemos hablar hoy de una cepa que diferencie a la Patagonia y la jerarquice frente al consumidor nacional y mundial?
Hay atisbos de cosas nuevas que a mí me intrigan. Sigo pensando que el Semillón tiene un lugar acá, pero también sigo pensando que nadie toma en cuenta esa cepa. Parece una lucha perdida, pero a mí esas batallas son las que más me interesan. Hace un año o dos atrás me había decepcionado absolutamente con el Pinot Noir de Patagonia, pensaba que Chacra era la excepción, pero la verdad que no. Este año he probado muy buenos Pinot Noir. Ahora siento que sí hay potencial, que hay un camino que se está recorriendo y que lleva al Pinot Noir a un lugar que a mí me interesa, donde además de buscar aromas o notas a fruta hay un trabajo de la estructura de los Pinot Noir que es la que los distingue. En definitiva hasta hace muy poco pensaba que la Patagonia no era un buen lugar para esta cepa y ahora creo que se abre un interrogante grande. Este año he probado algunos que me los llevo a mi cava. Uno es el Sudoeste, otro el Chacra 55. Hay ejemplos que me están contradiciendo y esto puede ser porque el 2013 fue una gran cosecha, una cosecha fresca que le dio al Pinot Noir una posibilidad que no la había tenido en 2011 y 2012 y eso puede incidir en mi nuevo optimismo relacionado al Pinot Noir patagónico.
¿Dentro de Argentina sería la Patagonia el lugar donde mejor se da el Pinot Noir?
Lo que probé en Mar del Plata me pareció interesantísimo. Hay un proyecto pequeño de Trapiche que está muy cerca del Mar, a tres kilómetros. Y eso me gustó muchísimo. El problema de Argentina es que no se puede ser tan categórico como por ejemplo para decir que "el mejor Pinot Noir se da en Patagonia" porque es un país que aún no se ha descubierto en términos vinícolas. Hay sólo cinco regiones en un país que es enorme. Hay muchas posibilidades de terruños por experimentar.
El Malbec es la variedad que enaltece a Argentina en el mundo. ¿Cuál es su opinión sobre el Malbec patagónico?
Me gusta mucho. Probé en este viaje el P15 Malbec de Bodega NQN con muy poca madera, tiene un nivel de acidez alto y es una delicia, un vino para tomar al lado de la pileta. Una versión más sofisticada de P15 es A Lisa de bodega Noemia, aunque en el fondo son lo mismo. Son hermanos los dos. Y eso que uno está hecho por una empresa enorme, en un terruño joven, y el otro viene de un terruño más viejo y elaborado por un enólogo que tiene un estilo más artesanal para pensar los vinos. Sin embargo los dos están por un camino muy similar, a pesar de los 150 pesos de diferencia entre cada uno. Yo creo mucho en el Malbec en general. Pero no cualquier Malbec. Y el problema es que el Malbec está prostituido, sobre maquillado. Sin embargo, hay bodegas como Noemia, como NQN, Del Río Elorza, Miras, que están pensando en el Malbec de esta zona como algo más natural, más puro y tratan de rescatar lo que conquistó al mercado hace muchos años. Y esa es mi labor como periodista: decirles a los consumidores "esto es Malbec puro, esto no tiene siliconas, no es la modelo con pechos grandes que busca llamar tu atención, si no que es la chica que seduce por su belleza natural".
¿El consumidor es influido por el crítico de vinos al momento de decidir su compra?
No es algo que me interese. No mido mi trabajo de acuerdo a la incidencia que pueda tener en las ventas. A mí me importa que la gente al menos escuche lo que estoy diciendo, pero que no lo tome como una verdad absoluta. Lo que quiero es que los enólogos, los propietarios, es decir, la gente de la industria, tanto como el consumidor, me escuche. Y por eso tengo que gritar muchas veces. En la Argentina pasó durante mucho tiempo que todo lo que decían los periodistas especializados en vinos era una sobada de lomo general. Todo era bueno, todo era lindo. Ahora eso está cambiando. Los comunicadores se están atreviendo a decir más cosas y eso es bueno. Como también es bueno que no haya una sola voz.
Fuente Rionegro.com.ar

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