Los vinos de los valles son una promesa de sabores


En Tucumán hay tres bodegas que actualmente producen vinos y cinco más en construcción. De a poco, la industria vitivinícola crece, ya es posible visitar algunos establecimientos, caminar entre los tanques de acero y las barricas de roble, y conocer de cerca el proceso de  elaboración


Los Valles Calchaquíes guardan riquezas aún desconocidas por muchos. Entre las montañas que dibujan paisajes tan irregulares como imponentes a más de 1.600 metros de altura y la abundancia cultural que incluye la herencia aborigen, hay sabores auténticos que están surgiendo en un terruño excepcional. Con sello propio y mucha personalidad, los vinos tucumanos trazan sobre la ruta 40 un camino para regalarle al paladar nuevas sensaciones y descubrir en las bodegas cómo se produce esta bebida de fuerte historia en la provincia. 
Las primeras vides del actual territorio argentino se plantaron allá por 1556 en la recién fundada ciudad de Santiago del Estero, por el cura Juan Cedrón. Junto a los primeros poblados se introducen en el Valle Calchaquí en el siglo XVI elaborándose desde entonces vinos a escala familiar primero, artesanal de consumo local; y desde hace unos 150 años va desarrollando en Tucumán una escala más industrial en Colalao del Valle, en la bodega de la familia Morales Tanco que luego fué comprada y ampliada por la familia de Baltazar Chico.
En el presente siglo a la tradicional Bodega Chico Zossi, se suman nuevas y pujantes bodegas: Posse del Ing. Jorge Posse, Las Mojarras de Don Pedro Amado y Las Arcas del Ing. Alberto Guardia. Con un empuje incesante los vinos tucumanos hoy incursionan en el mercado nacional: Salta, Chaco, Neuquén, Santa Fé, Buenos Aires, como el internacional, con exportaciones a Estados Unidos, Brasil y Noruega.
En Tucumán funcionanprincipalmente las  Bodegas, Chico Zossi, Las arcas de Tolombón y Bodega Posse, y hay otras cinco en construcción. Pero existen más de seis productores que se sirven de variedades como Malbec, Cabernet Sauvignon, Sirah, Tannat y Torrontés para crear vinos propios de la región (les encargan a las bodegas su elaboración): con colores profundos, aromas especiados y presencia de frutos rojos. 

 Bodega Las Arcas de Tolombón
               
 Bodega de tres alas inspirado en la cultura incaica y en la árabeubicada a 1700 msnm sobre la Ruta Nacional Nº 40 (Km 4313) Campo Ishanka, en un agreste paisaje natural, con una capacidad de 700.000 litros, produce vinos:

SIETE VACAS Malbec, Cabernet Sauvignon, Torrontés y Tannat, Línea Origen con 3 meses de roble francés y Línea Reserva con 9 meses de barrica de roble francés.

La construcción de la bodega está mimetizada e integrada al paisaje calchaquí, realizada en ladrillos moldeados y estampados a mano, por artesanos de Colalao del Valle, con diseños tradicionales y utilizando la tierra y la leña de la propia finca.

La orientación de sus naves se inspira en la arquitectura incaica. Las tres naves principales están dispuestas en pétalos con ejes a 120º, con paredes dobles con cámara de aire interior doble propósito y cubiertas con madera laminada. La iluminación natural se consigue con ladrillos de vidrio. Posee una cava enterrada, con capacidad para almacenar 350 barricas.
                                                 

las arcas

                                      

                                                    
Bodega Posse

 El emprendimiento vitivinícola del empresario Jorge Posse en la zona de Amaicha del Valle produjo el salto cualitativo de Tucumán hacia la elaboración de vinos de alta gama (de gran calidad y de gran demanda de exportación). BODEGAS Posse planea cultivar, elaborar y comercializar los vinos con marca propia, construyendo todo el ciclo económico del producto.


 Bodega Chico Zossi

es la primera de provincia: produce vino desde 1916. A su historia la inició Baltazar Chico, que arrancó con la bodega cuando llegó de España. Hoy, casi un siglo después, Baltazar Chico Zossi y su hijo Baltazar están a cargo del emprendimiento viñatero


                                           

Un largo camino de polvo separa a la Bodega Posse del asfalto de la ruta. En el medio de la finca se levanta una imponente estructura de piedra y hormigón multifunción, donde se producen y se almacenan las variedades de vino de alta gama. 
Los vinos tucumanos se van posicionando lentamente, pero aún hay un largo camino por transitar, según analizó Roberto Carro, quien produce el vino Río de Arenas. "A los resultados los estamos viendo y el futuro es promisorio, pero esto recién está empezando", destacó. Carro, cuyo campo está en Colalao del Valle, lamentó que en la provincia aún no se conozcan tanto los vinos producidos en los Valles Calchaquíes. "Hace poco firmamos un convenio con el Ente Tucumán Turismo para ganar difusión.

 Para el bodeguero, Tucumán no está actualmente a la altura de Salta o de Catamarca porque no se han realizado las inversiones necesarias, como pasó en ciudades como Santa María y Cafayate. "Las condiciones de suelo están; también las condiciones climáticas.
Esperemos que las riqueza del suelo Tucumano y de los Valles calchaquíes en su extensión, puedan ser valoradas por el mundo entero como corresponde .

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